domingo, 11 de noviembre de 2012

Texto: Cantar de los Cantares.

Por Fabiana Ordoñez.


     Esta semana en clase, tuvimos la oportunidad de discutir sobre un libro muy interesante, El Cantar de los Cantares. Es un texto que esta conformado dentro del Antiguo Testamento conocido como el Cantar de Salomón o, El Cantar de los Cantares como ya mencione anteriormente. Esta etiquetado como una lectura erótica, una poesía lírica, y es una serie de canciones de carácter de belleza formal, como "el poema más sublime". Otros estudiosos interpretan la canción como una colección de himnos al amor verdadero, la poesía describe los cuerpos masculino y femenino con un erotismo ardiente.
Se especula que Judíos en general creen que el novio es Dios y la novia es el pueblo judío. Muchos cristianos creen que Cristo es el novio y la novia es la Iglesia. 

     La mención de Salomón (1.1) induce a pensar que aquel rey, hijo de David y sabio entre los sabios, fue el inspirado poeta a quien debemos el Cantar de los cantares. Pero a este respecto debe señalarse que la frase hebrea traducida por «de Salomón», tanto puede significar que él fue el autor del poema, como que el poema le fue dedicado o, simplemente, que Salomón es el personaje a quien el poema hace referencia. En uno u otro caso, el hecho indudable es que el nombre del rey pesó de modo definitivo en favor de que Cantares se incluyera entre los libros sapienciales del pueblo de Israelí.

En el momento actual, la gran mayoría de los especialistas está de acuerdo en que el Cantar de los cantares, tal y como ha llegado a nosotros, no es la obra de un único y determinado poeta. Más bien se trata de una colección de canciones de los s. V y IV a.C., compuestas por personas desconocidas para que el pueblo cantara, y compiladas probablemente hacia principios del s. III a.C. Por tanto, no cabe suponer ninguna especie de estructura establecida de antemano como preparación de la obra poética. La unidad literaria de Cantares y la coherencia de su pensamiento no proceden de ningún plan previo, sino de la idea general que en su día presidió la recopilación de los cantos.