jueves, 15 de noviembre de 2012

El libro de Job

Por Ana Karina Morillo

      El libro de Job es un texto canónico y poético y se cree que fue escrito por Moisés por la forma en la que está escrito. Trata de un hombre llamado Job, el era un hombre muy bueno, que hacia las cosas bien, temeroso de dios y era un gran creyente. Job vivió en la tierra de Uz, no se sabe con exactitud cuál era la ubicación de esta tierra, pero se sabe que pertenecía a Israel antes de que fuera una nación. Los dos lugares más probables son Hauran, al sur de Damasco, y una región entre Edom y el norte de Arabia.
      Job era como el sacerdote de su familia y ofrecía sacrificios a Dios por los pecados su familia hubiera cometido, Job era un hombre justo que había sido bendecido, tenia 7 hijos y 3 hijas, siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas asnas, etc. Satanás quería probarle a Dios que Job era creyente y lo adoraba no por amor, si no por todo lo que le había dado. Para probar esto Satanás le puso una especie de pruebas.
      Satanás le quito a Job todas sus pertenencias y bendiciones y a su familia, pero Job siguió confiando y creyendo en Dios. Luego Satanás le provoco a Job sufrimiento físico, cuando se enteraron de lo que le estaba pasando a Job tres de sus amigos fueron a visitarlo, estos pensaba que Job había cometido algunos pecados ocultos, porque para esa época se creía que las cosas malas solo le pasaban a las personas que pecaban, así que ellos cuestionaban el comportamiento tan gentil y lo buena persona que era Job.  Ante tanto dolor  y sufrimiento Job llega a maldecir el día en que nació.
      Sin importar todo el sufrimiento y todas las cosas malas que le habían pasado Job nunca dejo de creer en Dios y por esto fue compensado con el doble de todas las cosas que tenia ahora tenía 14 hijos y 6 hijas, catorce mil ovejas y seis mil camellos y así se duplicaron todas sus cosas que alguna vez le fueron quitadas.
       Job al principio tenía 7 hijos y 3 hijas, estos dos números son símbolos que significan lo siguiente:
-7: representa los siete pecados capitales: soberbia, ira, envidia, gula, lujuria y pereza; representa lo bueno, y en la Biblia es considerado como el número perfecto.
-3: en la cultura medieval cristiana el 3 también era considerado el número perfecto, que simboliza el movimiento continuo y la perfección de lo acabado, es considerado por los creyentes como un número celestial.