domingo, 14 de octubre de 2012

¿Qué se necesita para saber si un texto es o no literario?

   por Eugenia Siso.

   Lograr identificar un texto como literario requiere un estudio detallado y extenso, a decir verdad, es complicado asegurar el literarismo de un texto debido a la subjetividad de asunto. Aún así, se sigue discutiendo el literarismo de los textos, la pregunta es quiénes somos nosotros para asegurar que un texto no es literario cuando puede que para otros si lo sea? La subjetividad y el individualismo influyen directamente en este tópico.

     Es muy difícil lograr redactar una lista de características que sean únicas de los textos literarios, por ejemplo, podríamos decir que un texto literario debe ser un texto publicado, pero hay textos publicados que no entrarían en un ámbito literario real, podríamos decir, a su vez por ejemplo, que debe ser escrito por un escritor reconocido, pero hay textos literarios que son escritos por escritores de oficio y no publicados, lograr enumerar características reales sobre qué hace que un texto sea o no literario, y que hay muchas excepciones y argumentaciones que lograrían que cualquier texto sea literario, o bien, que no lo sea, muy a según de opiniones personales de cada quien, que fue la discusión que se extendió durante varias clases de literatura en el salón de cuarto de humanidades, basándonos en nuestras opiniones individuales y en el texto "¿Qué es la literatura y qué importa lo que sea?" por Jonathan Cullen.

     Sin embargo, hay distintas connotaciones y puntos que hacen que un texto sea bautizado como literario. Un texto literario está marcado por la manera en que el autor quiere hacernos llegar su mensaje. Suele dejar el desenlace para el final del texto, consiguiendo con ello que el lector preste toda su atención hasta la finalización de éste.

     La realidad no se muestra tal cual es, ya que el autor nos la intenta transmitir de un modo indirecto, a veces confuso, que deja libertad a la imaginación del lector que, finalmente descubre la realidad que se le quería transmitir. Esta realidad es transmitida para que el lector comprenda lo que el autor entiende por realidad, llegando en algunos casos a crearse su propia realidad y hacérnosla llegar, mediante el lenguaje, para que la concibamos tal cual la ve él.