sábado, 25 de mayo de 2013

Gustavo Adolfo Becquer

Por Fabiana Viera

Originario de Sevilla, España, Bécquer nació el 17 de febrero de 1836 siendo su padre un célebre pintor del costumbrismo sevillano quien dejó huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros 
Estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.
A los nueve años quedó huérfano también de madre y salió del anterior colegio para ser acogido por su madrina de bautismo. A la edad de diecisiete años dejó a su madrina y a la buena posición que ésta le proporcionaba para viajar a Madrid en busca de fortuna a través del campo de las letras que se le daba con facilidad. 
Como es conocido, no era fácil subsistir de la literatura y paradójicamente, Bécquer que deseaba encontrar fortuna lo que abundó fueron escaseces, por lo que se vio obligado a servir de 
escribiente en  la Dirección de Bienes Nacionales, De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco.
Tiempo después encontró una plaza en la redacción de "El Contemporáneo" y fue entonces que escribió la mayoría de sus leyendas.
Como legado para la literatura del mundo, Gustavo Adolfo Bécquer dejó sus Rimas a través de las cuales  deja ver lo melancólico y atormentado de su vida.
En septiembre de 1870 dejó de existir Valeriano, su hermano, con el que compartio varios anos de su vida, duro golpe para Gustavo, que pronto enfermó sin ningún síntoma preciso, para tornarse en una pericarditis que termina con su vida el 22 de diciembre de ese mismo año.




Algunas de sus rimas:

RIMA XXI

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas 
en mi pupila tu pupila azul, 
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? 
Poesía... eres tú. 

RIMA XXXVIII 

Los suspiros son aire y van al aire. 
Las lágrimas son agua y van al mar. 
Dime, mujer, cuando el amor se olvida, 
¿sabes tú adónde va?